Desde hace mucho tiempo, aprendiste que para sentirte seguro/a en el mundo debías tener el control. Quizás creciste en un entorno inestable o sentiste que, si no lo hacías todo bien, algo malo podía pasar. Para enfrentar esta sensación de inseguridad, tu mente desarrolló dos mecanismos de defensa:

🔹 1️⃣  Autoexigencia y Control

Sientes que debes hacer todo perfecto. No delegas porque crees que nadie lo hará tan bien como tú. Te impones estándares altísimos y, aunque logres cosas, nunca sientes que es suficiente. Vives en un estado de alerta constante, queriendo prever y evitar cualquier error.

• Sientes que si no te ocupas de todo, todo se derrumbará.
• No disfrutas los logros porque siempre piensas que podrías haber hecho más.
• Te cuesta confiar en los demás y pedir ayuda.
• El perfeccionismo te hace dudar de ti mismo/a y te frena.

🔹 2️⃣   Procrastinación y Evasión

Por otro lado, el miedo al error, al juicio o incluso al éxito, puede hacer que postergues, dejes cosas a medias o no te comprometas del todo. No es que no tengas talento o capacidades, sino que inconscientemente te saboteas para no enfrentarte a lo que hay detrás:

• Postergas tareas o proyectos importantes hasta el último momento.
• Sientes que quieres hacer muchas cosas, pero te cuesta terminarlas.
• Te frustras porque sabes que podrías lograr más, pero siempre te quedas a medias.
• Evitas comprometerte por miedo a equivocarte o a que esperen demasiado de ti.
• Te distraes fácilmente, te llenas de ocupaciones sin sentido y dejas lo importante para después.

📌 ¿Qué hay detrás de estos dos extremos?
Tanto quien controla todo como quien se evade y procrastina, en el fondo, está evitando enfrentarse a sus emociones. Miedo al fracaso, al rechazo, a no ser suficiente… o incluso a brillar demasiado y generar expectativas. Prefieres evitar la incomodidad antes que arriesgarte a sentir.

🌊 Es como si estuvieras en un río:

• Si intentas controlar el agua, te agotas.
• Si te quedas parado sin moverte, te estancas.
• Pero si aprendes a fluir, el agua te lleva a donde necesitas estar.

🔹 El primer paso para liberarte de este bloqueo:
La solución no está en esforzarte más ni en esperar “el momento perfecto”. La clave es sanar la relación con tus emociones, soltar la necesidad de control y la evitación, y aprender a actuar desde la confianza, no desde el miedo.

✨ En la membresía, te enseñaré a salir de este bucle. Aprenderás a soltar la autoexigencia y el miedo al error, para que puedas avanzar con claridad y compromiso en lo que realmente deseas, sin sabotearte.